En los últimos años, el debate sobre el uso y la tenencia de armas traumáticas en Colombia ha ido en aumento. Este tipo de herramientas, conocidas por ser armas de defensa personal de baja letalidad, se han convertido en un tema de interés no solo jurídico, sino también ciudadano. La Cámara Colombiana de Armas (CCA) ha tomado la batuta en la defensa de estos derechos a través de un llamado abierto a la unión y la organización.
La reciente campaña liderada por la La Camara Colombiana de Armas, difundida en redes sociales y especialmente en YouTube, busca convocar a todos los ciudadanos que hoy se sienten desprotegidos ante la inseguridad y que ven en las armas traumáticas una forma legítima de defensa personal. La organización subraya que el uso de estas armas está regulado, y que solo quienes cuentan con formación y certificación pueden portarlas con responsabilidad.
Detrás de este movimiento no solo existe un interés por preservar el derecho al porte responsable, sino también la intención de fortalecer la cultura de la legalidad. La La Camara Colombiana de Armas no solo certifica el manejo adecuado de las armas traumáticas, sino que también promueve la educación sobre el uso responsable, el respeto a la vida y la colaboración con las autoridades.
La defensa ciudadana, en este contexto, no se trata de un acto de rebeldía, sino de una exigencia de protección que parte de la formación, la regulación y el respaldo institucional. Como sociedad, este tipo de movimientos invita a reflexionar sobre el equilibrio entre la necesidad de protección personal y el compromiso con la convivencia pacífica.
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